Para hacer este simple ejercicio que te propongo, práctica a cada instante quedarte en tu corazón. Me miro con amor cuando identifico experiencias dolorosas o enfermedades relacionadas desde la descodificación biológica espiritual.

Parte 1 – HACIA ATRÁS. ANTES.

¿QUÉ DOLENCIAS O ENFERMEDADES ENFRENTE EN LA INFANCIA O EN LA ADOLESCENCIA?

Dibuja una figura de una niña, traza dos líneas sobre la figura, cómo se visualiza en esta imagen:

¿Qué dolencias o enfermedades enfrente en la infancia o en la adolescencia?

Y ve repasando o sintonizando con tu corazón de niña, percibiendo todo lo que sentiste, empezando por la parte superior de la figura de la niña, tu niña divina, y pregúntate si ¿te solía doler la cabeza, te mareabas con frecuencia en el viaje en auto o en bus? Si te animas a ir más atrás en el tiempo, te propongo busques ¿desde cuándo te suceden los mareos? ¿Hubo alguna situación o experiencia que pudo desencadenar? ¿Cuándo eras pequeña? ¿Con quién estabas? ¿Con mamá o con papá?

Luego contempla la parte media de tu cuerpo… tratando de recordar enfermedades o dolencias y repite si aparece algún dolor «me miro con amor».

Y por último revisa de la cintura para abajo, ve anotando si te lastimaste la rodilla o fracturaste en algún momento de tu niñez.

¿Qué enfermedades enfrenté en mi infancia?

Parte 2 – me miro HOY.

Dibujo una nueva figura de cómo soy ahora ♀

¿Qué dolencias o enfermedades enfrentas actualmente?

Y anoto al lado que dolencias me suelen dar con más frecuencia, por ejemplo, sufro fuertes dolores al menstruar o tengo nódulos en las tiroides.

Recorro cada parte de mi cuerpo y anoto en el papel.

¿Qué dolencias suelo padecer con más frecuencia ahora?

Es un trabajo profundo que cuando estés lista desde la descodificación biológica podemos trabajar en algunas pocas sesiones para que sanes el origen emocional de tus dolencias. Agenda tu sesión aquí: +5491155639912 > Escríbeme

Mareos y Miedos

Estos son algunos puntos que pueden ayudarte a identificar de dónde proviene por ejemplo algún MIEDO recurrente.

En el fondo, por ejemplo, los MAREOS tienen que ver con el miedo de no poder controlar el rumbo de tus pasos (porque te sientes pequeña, pero recuerda que ahora eres adulta y si puedes tomar tus propias decisiones). Cuando sentís que se te mueve el piso por una situación o cuando estás sobre un medio de transporte que no manejas.

Los temores tienen salir por algún lugar y por ello se reflejan en el mareo que sentimos.

Podrías practicar un mantra o FRASE diaria para convencer a tu mente de la nueva realidad que quieres crear en tu vida:

“En vos Confío Dios. Todo lo que sucede es para mi mayor bien, aunque ahora no lo pueda entender ni comprender ni aceptar. En tus manos encomiendo mi espíritu porque soy la niña de tus ojos”

Si en tu interior despiertas un día con la sensación de sentirte pequeña, vulnerable, es el miedo a que te atrapen, a perder tu libertad ⛓. Podrías trabajar en la SEGURIDAD de que eres un ser libre, que se mueve con comodidad por el tiempo y el espacio. Repite una y otra vez ese día:

“Yo puedo elegir que ACTITUD tendré ante esto que me sucede. Soy libre de elegir como me afecta. Soy digna de ser amada, así como soy hoy.

Nota: en el libro de Viktor Frankl, él cuenta cómo sobrevivió a los campos de concentración eligiendo que actitud tomar ante situaciones que no podía cambiar. Es uno de mis libros preferidos.

Si el miedo que está detrás tiene que ver con la sensación de no estar al mando de tu vida. Con el miedo al descontrol, a que las cosas vayan a salir mal y no puedas hacer nada por cambiarlo. Es común que aparezcan estos mareos en momentos de mucho estrés, cuando se avecina algo importante que depende de ti y parezca estar escapándose.

En esos casos, lo que necesitas trabajar sobre todo es esta idea: de lo único que puedes estar al mando siempre, es de tus pensamientos.

Las cosas a tu alrededor pueden ir bien o pueden salir mal. No depende de ti. El mundo 🌎 seguirá girando el día que no estés. Pero tus pensamientos, esos sí son tu dominio personal. Repite:

“Siempre estoy al mando de mis pensamientos. Estoy a salvo. Me amo y me apruebo.”

Cuando No logras encontrar tu centro. Nos hemos movido demasiado, hemos ido de aquí para allá sin tener el control de lo que estaba pasando, sin referencias, como perdidas… En mi caso suelo disgustarme, porque no me gusta que me muevan. Puede interpretarse como real o simbólico (movimiento de ideas, cambio de pensamientos…). Mi conflicto fue de control, miedo a no estar al mando.

Porque:

  • “Siento que otros llevan mi vida y no puedo remediarlo”
  • “Quiero llegar allí inmediatamente” (sentido con rencor).

Si le permitimos a la inteligencia divina obrar, al no interponernos con el fluir natural de las cosas nos abrimos a recibir toda la belleza y dicha que ya está lista para llegar a nuestra vida.

Quedarnos en el corazón y sentir lo que estemos sintiendo ahora, sin rechazarlo es la solución desde Nuestro corazón todo lo demás se nos dará por añadidura.

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